Una de las mamás de este blog llevará
a su hija a ver a Justin Bieber. No, no es su gusto musical, para
nada. Ella es metalera a morir y el castorcito no le inspira lo más
mínimo. Pero no es la música la que la llevó a esto, es lo más
hermoso de la vida de una mujer: el amor de madre.
Muchas de las personas que le han
comentado han dicho: “a mí me llevaron a ver a menudo”, “mi
papá me llevó a ver a Luis Miguel”, “a mí me llevaron a este u
otro artista”.
Yo le quiero contar una historia, de
esas de éxito que le mientan.
Cuando yo nací mi mami tenía 18 años.
Cuando yo tenía 9 y ella 27 vinieron los tales menudos al Estadio
Cuscatlán. Distaban mucho de existir las entradas VIP y aunque
hubieran habido, la cobija no daba para tanto. Eran conciertos a las
3 de la tarde, en pleno sol, donde había que llegar a hacer cola
desde muy temprano en la mañana y las bichitas caían desmayadas
antes de tiempo por el calor.
Yo estaba en 4to grado y allá en Sta
Ana, fui la única niña de mi escuela que vino al concierto.
Ella tenía la edad en la que muchas ni
quieren tener hijos porque es mucha responsabilidad, trabajaba de
noche, hacía turnos y vivía desvelada. No conocía San Salvador, no
sabía dónde quedaba el estadio ni la terminal de buses y no le
sobraba el dinero.
Pero ahí estaba, con una niña de 9
años de la mano, en una ciudad extraña, aguantando el sol para ver
a los tales bichos desde las gradas así tamaño hormiga.
Nos fuimos caminando buscando la
terminal. Estábamos en lo que hoy es el cruce de la 49 con el
Venezuela cuando ya íbamos cansadas y pasó un taxi. El muy
desalmado nos cobró 5 colones – póngalo en contexto, era 1983 –
solo por dar la vuelta a la esquina y decirnos “aquí es”.
El 21 de noviembre yo me la llevo a ver
a Sabina en la silla VIP que se merece, porque el amor de madre, gana
intereses en el tiempo.
Adelante amiga, tu hija jamás en la
vida olvidará ese concierto, no porque gastaste tus ahorros en
llevarla, no porque lo va a contar a sus amigas....es porque su mami
la acompañó a seguir sus ilusiones.
Que hermoso! Recuerdo a mi madre que en paz descanse
ResponderEliminarWow, ese año (1983) nací yo, o sea que eran los Menudo de los primeritos de todos. Que buena comparación con lo que hace Mariana, pues disfruten, son momentos que nunca volverán y quedarán marcados. Saludos y abrazos!!
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