Una compañera de trabajo tuvo ayer su primer bebé. El padre, quien también trabaja aquí, está haciendo uso de los recién aprobados 3 dias de asueto por paternidad.
Hablábamos con otras compañeras, una madre de 2, otra de 3 y otra embarazada del segundo, sobre si él debió o no haber venido a trabajar y tomarse los dias hoy o más tarde, porque la Ley da 15 dias creo para hacerlo.
Una opinaba que sí, que estaba bien, para que le hiciera compañía a ella en el hospital, que ella - la que opinaba - hubiera querido que su esposo hubiera estado con ella. Pero su caso fue cesárea y esa recuperación es distinta, asumo. La niña esta primeriza fue natural.
La madre de dos y yo, también con dos, opinábamos que no, que mejor se hubiera tomado los dias cuando ya ambos, madre y bebé, estuvieran en casa, especialmente porque no tienen empleada, entonces sí iba a necesitar ayuda. En el hospital estarían bien cuidados.
La que solo tiene uno y espera el segundo no supo opinar si era mejor ya o después.
Yo solo sé que cuando uno ha pasado ya 8 años de la vida sin acostarse hasta que todos se duermen, levantándose antes que todos y estando pendiente de que el mundo gire, esa noche solita en el hospital, sabiendo que el nuevo crío está bien cuidado por enfermeras y doctores y que el mundo allá afuera se puede caer y uno no se dará cuenta, es la noche más tranquila de la vida. Yo sí amé esa noche de paz y tranquilidad, en la que por una única vez me llevaron el desayuno si que tuviera que prepararlo ni preocuparme por poner a girar el mundo.
No sé si será egoista, pero es eso, una noche en la vida, vrs años y años y años de ser el eje terrestre. Yo digo que sí nos lo merecemos.