Fue así en un abrir y cerrar de ojos, en donde una noche le
das un beso en su camita y lo dejas arropado y la siguiente es él quien llega a
darme el beso de buenas noches a mi cama.
Sucede así como cuando una mañana te levantas a lavar las
pachas para tener todo listo para cuando despierte o preparar su lonchera
cuando el micro pite y la siguiente, te levantas y ves que ya se fue a trabajar
pero te dejo el café puesto.
Te das cuenta realmente cuando recuerdas verlo correr en
calzoncillos por la casa y ahora cierra la puerta de su cuarto mientras se
viste.
Y más aun cuando decide pasar más tiempo en casa de la novia
vrs los sábados que pasábamos juntos en donde nadie nos podía separar.
Cuesta comprender que ahora ese valioso tiempo se ha convertido
en otro más valioso por ser más corto, en donde cada beso, cada café, cada
conversación y cada segundo cuenta para sentirnos cerca.
Que dicha estar allí y recordar ahora: su primer día de kínder,
su primera caída en bici, haber sido su Santa y su ratón de los dientes, la graduación
del cole y de la U y ahora ayudarle a seleccionar su maestría, hablar de la vida.
Para mi suerte, cierro y abro los ojos y aun sigue aquí en
el cuarto de enfrente.